Todos deberían poder llevar comida a la mesa

Sentarse a disfrutar de una buena comida con las personas que amas es una experiencia humana hermosa y fundamental que todos merecemos. En la mesa, compartimos más que comida: compartimos historias, tradiciones y cariño.

“La mejor parte de mi día es cenar con mi esposo y mis hijos”, dijo Nicki Segura, Gerente de Accesibilidad Lingüística de Oregon Food Bank. “Es importante que nuestros hijos tengan comidas nutritivas, especialmente para dos niños en crecimiento. Una buena comida… debería ser algo que todos puedan compartir”.

Pero en todo Oregón, demasiadas familias se ven privadas de este simple ritual. Cada día, los padres se ven obligados a tomar decisiones imposibles: ¿comida o la renta? ¿Comestibles o medicamentos?

Hoy en día, 1 de cada 8 personas en Oregón padece hambre y 1 de cada 6 niños no tiene suficiente para comer. El año pasado, los habitantes de Oregón visitaron los centros de asistencia alimentaria 2.5 millones de veces, un aumento del 31% con respecto al año anterior. El hambre no afecta a todas las comunidades de la misma manera. Debido a las desigualdades históricas y las exclusiones sistémicas, las personas negras, indígenas y de color, los inmigrantes y refugiados, las madres solteras y los cuidadores, y las comunidades trans y de género expansivo tienen entre dos y tres veces más probabilidades de enfrentar el hambre y la pobreza en nuestra región.

“Como educadora de primaria, experimenté de primera mano la importancia de una comida nutritiva y cómo apoya el desarrollo social y físico de los niños”, dijo Nicki. “Nadie debería tener que elegir entre pagar las cuentas y darles de comer a sus hijos”.

Sin embargo, muchos trabajadores inmigrantes y refugiados no pueden acceder a los programas de asistencia alimentaria y de protección social a pesar de pagar impuestos.

Por eso, abogamos por Food For All Oregonians (Alimentos para todos en Oregon), un proyecto de ley del senado que extendería la asistencia alimentaria a más vecinos, especialmente a niños pequeños y familias inmigrantes que se ven injustamente excluidos de la asistencia alimentaria federal. Este programa estatal sería un salvavidas para las familias de todo Oregón, asegurando que nuestros niños más pequeños (de 6 años o menos) tengan la nutrición que necesitan para crecer y prosperar.

“Pienso en mis hijos y en el futuro que quiero para ellos. Quiero que su hogar sea un estado donde el hambre no sea una realidad para ningún niño, sin importar su origen o estatus migratorio. Quiero que se sientan seguros, bienvenidos y apoyados. Ese es el Oregón que quiero para mi familia, para todas nuestras familias: un Oregón sin hambre para todos”.
—Andrea Williams, Presidenta de Oregon Food Bank

Únase a nosotros para apoyar la iniciativa Food For All Oregonians porque todos deberían tener la seguridad de saber que su familia tendrá suficiente comida en la mesa, pase lo que pase.

Comuníquese con sus legisladores hoy mismo e instémoslos a apoyar la iniciativa Food For All Oregonians.